Factores climatológicos
Los factores climatológicos que tan convenientes son para otras actividades, se pueden convertir en uno de los peores enemigos si se necesita conducir, pues además de disminuir la visibilidad, reducen la adherencia.
En general las precauciones cuando llueva, nieve, el pavimento esté helado, se circule por tramos de niebla o en días de viento, son, en primer lugar, disminuir la velocidad, alrededor de un 20%, aumentar la distancia de seguridad y, cuando sea necesario frenar, hacerlo de forma suave, de lo contrario se produciría el bloqueo y el automóvil quedaría sin control. Extremar la atención al tomar las curvas, rampas y pendientes.
Es necesario llevar encendida la luz de cruce porque además de ver mejor también nos verán los demás. Cuando la nieve y el hielo sean abundantes, será preciso colocar las cadenas en las ruedas motrices para evitar que el vehículo patine. En días de mucho viento sujete el volante y atención a las rachas.
Antes de que llegue la estación invernal es preciso tener el coche a punto, pues unos neumáticos desgastados facilitan la pérdida de control o deslizamiento del vehículo y, las escobillas de los limpiaparabrisas en mal estado impiden tener el suficiente campo de visión. Recuerde vigilar el estado de la batería y el nivel del anticongelante, se ahorrará sustos y averías.
La luz solar también puede producir deslumbramientos, bien directamente o por reflejos.También disminuye la agudeza visual, al estar muy cerrada la pupila. El amanecer y el anochecer son especialmente peligrosos pues el sol está muy bajo y dificulta la visibilidad. Unas gafas de sol pueden ser una buena ayuda.